Nosotros, los poetas vivos
Muchas veces me pregunto.
¿Por qué escribo? ¿Para que? ¿Para quién? ¿Para mí o para los demás? ¿que
necesidad interior me impulsa a expresar lo que veo, lo que siento y lo que
ocurre dentro de mi, al mirar a mi alrededor, a mi ciudad, a mi país y al
mundo?
Ante todo quiero
confesarte de que uno de los motivos reales por los que escribo es porque
sencillamente me hace muy bien y me permite pasar hacia una visión del mundo
más colorida y maravillosa, que llena mi futuro de optimismo y de promesas de
realizaciones.
"Aunque
el viento sople en contra, la poderosa obra continuara...
...No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre. No dejes que termine el día sin haber crecido un poco"
...No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre. No dejes que termine el día sin haber crecido un poco"
(Walt Whitman)
Cuando leo los periódicos,
escucho y veo las noticias que sinceramente en pocas y especiales oportunidades
me impactan con placer, alegría, optimismo y esperanzas pues la mayoría de
ellas origina en mi bronca, decepción, tristeza y desesperanza y no
solamente por mi persona, también por mi familia, por mis amigos y por mis
hermanos del mundo y entonces siento dentro de mi ese viejo mandato del Talmud:
Si no soy yo ¿quién?; Si no es ahora ¿Cuándo?
Y entonces nace, crece y
se agiganta mágicamente dentro de mi esa casi fantasía, esa inconciente utopía,
ese original mito de corregir este mundo contradictorio, a veces pleno de
poesía, de belleza, de bondad y de justicia y otras donde imperan la tristeza,
la violencia, la mentira, la hipocresía.
Y ahí justamente me
aparece un Robin Hood interno e inconciente, con ganas de retocar este mundo,
de mejorarlo, de cambiarlo aunque sea en una coma, con la única
herramienta que dispongo, con ese arma que no mata ni hace daño, que no son
piedras ni espadas filosas, pero que puede contener mucho poder, poder de
reflexión, poder de dialogo, poder de cambio, mucho poder en simples
palabras desde un clásico teclado de computadora o de esa negra tinta que se
derrama sobre un papel blanco.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías si pueden cambiar el mundo.
Walt Whitman
En una cruda, fría y lluviosa
mañana del invierno, me desperté muy temprano con la mas firme y decidida
determinación de escribir, de volcar al teclado de mi computadora las mil ideas
que venían jugando durante el sueño en mi mente, pero vaya sorpresa
desagradable, la computadora estaba muerta y no encendía, dejándome en una
situación de profunda frustración e impotencia pocas veces vivida en mi no tan
corta vida.
Y entonces surgió en mi
interior, como un torrente de agua cristalina de una fuente subterránea, un
firme deseo, un gran desafío de escribir de cualquier forma, de volver a mis
orígenes de la década de los sesenta, donde el mundo de los sueños se sostenía
con el lápiz, la lapicera fuente o la mas moderna birome e inclusive la antigua
maquina de escribir Olivetti que me regalaron mis abuelos paternos como sagrado
tributo a su joven nieto.
Fue una experiencia
distinta, terapéutica y casi mística, de volver a mi prehistoria literaria y a
mi vocación artesanal, de volcar mi mundo interno con mi mano derecha y sobre
un simple papel blanco, transformar esa energía espiritual en líneas de color
negro, una tinta que se desparramaba por ese blanco campo, queriendo decir lo
indecible, buscando expresar lo inexpresable, persiguiendo esa utópica y
estrafalaria idea de reparar el mundo y hacerlo perfecto, como cuando era
pequeño, como cuando comencé a escribir esas letras sueltas que luego formarían
esas simples palabras: mama, papa, amar, vivir…………
Escribo para
evitar que al miedo de la muerte se agregue el miedo de la vida"
Augusto Roa Bastos, escritor paraguayo
Augusto Roa Bastos, escritor paraguayo
Hoy escribo para ustedes,
para todos los que llamo mis hermanos del mundo, Escribo para ti, sin
importarme tu ideología y sus falsas interpretaciones de izquierdas o de
derechas. Sin importarme el color de tu piel, ni tu edad, ni tu sexo, ni tu
condición socioeconómica, ni tu nacionalidad, ni tu idioma aunque mi español
natal me acompañe desde que estaba en el vientre de mi madre.
Sin importarme tus
creencias religiosas porque estoy seguro que Mi Dios y el Tuyo es el mismo.
Escribo exclusivamente para aquellos que compartan conmigo el paradigma de una
justicia digna para todos, para los que luchamos por conquistar una paz
autentica y verdadera sin hipocresías ni especulaciones, para los que soñamos
con la verdadera felicidad de compartir entre todos, esta creación perfecta:
Nuestro Mundo.
"El
escritor debe ir contracorriente si quiere conquistar territorios a la
imaginación".
Antonio Soler, escritor español
Antonio Soler, escritor español
Carpe diem, es un
termino latino que quedo grabado muy profundamente en mi conocimiento a partir
de haberla escuchado de los labios de Robin Williams en el rol del Profesor
Keaton en esa extraordinaria película "La Sociedad de los Poetas
Muertos", se traduce del idioma latino como: cosecha el
día, disfruta el día o aprovecha el día y no lo malgastes.
Carpe diem
quam minimum credula postero.
Aprovecha el
día, no confíes en mañana.
Horacio,
Poeta romano
Querido Lector: Tu estas
pleno de sueños, tu ser rebasa de talentos y estoy seguro de que deseas
modificar en tu entorno de las muchas cosas que no te gustan de tu vida y la de
aquellos seres a los que tanto amas y por eso te digo: Aprovecha el momento,
Vive el momento, Aprovecha la oportunidad y no esperes a mañana, porque puede
ocurrir que mañana la oportunidad ya no exista.
Yo te considero como una
parte fundamental e inseparable de los Míos, de Nosotros, Los Poetas Vivos.
Dr. Guido
Maisuls
Buenos Aires,
Argentina.
Si
no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuando?
si es solo para mí, ¿de que sirve? (Hillel)
si es solo para mí, ¿de que sirve? (Hillel)
Excelente reseña de por qué escribes, sigue haciéndolo que de este lado vas a tener siempre un prójimo ávido de leerte.
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